miércoles, 18 de septiembre de 2019

¡ Bienvenidos a la jungla !


Bienvenid@ toda persona que se acerque por este nuevo blog.

Trataremos temas sobre educación. Dichos temas tendrán cabida fuera de lo cotidiano, irán más allá del aprobado o suspenso que es a lo que estamos acostumbrados. El fin será poder comparar diversas opiniones y conseguir poner nuestro granito de arena para mejorar la sociedad.

Mi nombre es Irene Marcos del Río y tengo 23 años. He crecido en Valladolid, pero natural de Cuéllar (Segovia) ubicado en pleno «mar de Pinares», lo cual me gusta remarcar porque estoy muy orgullosa de mis orígenes. 

He cursado el Grado en Administración y Dirección de empresas en la Universidad de Valladolid. Siempre he tenido muy claros mis gustos por la organización y el control de todo, así que tomar la decisión de qué carrera hacer fue fácil. 

Ahora me encuentro realizando el Máster en Educación Secundaria. Mi vocación hacia la enseñanza ha nacido hace muy poquito. Hace 5 años empecé impartiendo clases de matemáticas para sacarme un dinero, pero acabó siendo una actividad que disfrutaba mucho... tanto que el año pasado decidí realizar el dicho máster para poder llegar a muchos más jóvenes.
En la actualidad, mi experiencia dando clases particulares va desde sexto de primaria a segundo de bachillerato. Tras muchas anécdotas pasadas, mi ilusión va en aumento, y por ello, busco conseguir motivar a los alumnos y poderlos ayudar para que consigan su éxito personal.

Otro factor que me ha llevado a tomar la decisión de especializarme en la enseñanza es el recuerdo que tengo de los grandes profesores que he tenido a lo largo de mi vida. Solo puedo describirlo con una palabra: alegría ¿quién no quiere ser como ellos?. Para mi era, es y será siempre el mejor instituto que existe: IES Parquesol.

Y por último, por utópico que parezca, otra razón por la que me encuentro en este máster es la búsqueda de una mejora en la sociedad, y solo se puede mejorar desde la base: LA EDUCACIÓN.


1 comentario:

  1. Cómo me alegra tener tantos meses por delante para seguir descubriéndote, Cuellarana.
    Sabes que tenemos un cena pendiente con "unes botellines de sidrina" de por medio, y espero que gracias a ellas te animes a cantarnos las canciones populares de tu tierra.

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